Aeropuerto Internacional Matecaña

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Hace 76 años se gestaba uno de los sueños más importantes de la ciudad, Pereira comenzaba a mover el comercio de la región cafetera y buscaba conectarse con el mundo.

Un grupo de visionarios convocaron a los ciudadanos a conformar convites cívicos  para construir un “terreno de vuelos", la puerta al Eje Cafetero y la conexión de esta región con el resto de mundo. 

Historia del Aeropuerto Matecaña.

el transporte aéreo en Colombia. (1911-1921).

En 1911, los colombianos tuvieron por primera vez la oportunidad de apreciar de cerca una aeronave gracias a la exhibición atribuida a un piloto: el francés Paul Miltgen. Un grupo de empresarios colombianos, entre ellos Ricardo Castelo y Edmundo Ramos, miembros del Polo Club de Bogotá, invitaron a la ciudad al piloto francés Paul Miltgen, con el fin de realizar exhibiciones de vuelos de acrobacia en un avión tipo Blériot. No obstante, debido a la altura de Bogotá, 2.640 metros sobre el nivel del mar, el avión no pudo despegar y se estrelló contra una cerca.

Un año después del primer intento por sobrevolar Bogotá, el 29 de diciembre de 1912, llegó a Barranquilla, bajo los auspicios del comerciante barranquillero José Víctor Dugand Gnecco, el piloto John Smith, un joven de veintiún años sobre el que mucho se ha especulado, no sólo sobre su nacionalidad (canadiense o alemana), sino incluso sobre sunombre (Smith o Schmitt) y el tipo de avión que utilizó para hacer el que se considera el primer vuelo en Colombia.

Este joven efectúo el primer vuelo realizado con éxito y documentado el 26 de enero de 1913 en Medellín abriendo la historia de la de la aviación en Colombia. Después de sobrevolar Medellín, Smith salió del país.

A comienzos de 1919, Knox Martin, piloto estadounidense aceptó la invitación de dos empresarios colombianos para realizar varios vuelos acrobáticos en Barranquilla. Un mes después de la llegada del piloto estadounidense a Barranquilla, el avión de su propiedad llegó desarmado en una caja a Puerto Colombia. Era un biplano fabricado por la casa The Curtiss Aeroplane and Motor Company, tenía dos asientos y un motor de ocho cilindros y 200 caballos de fuerza, y llevaba el nombre Knox Martin escrito con grandes letras en los costados del fuselaje.

El Parque Once de Noviembre, una planicie a las afueras de Barranquilla fue el sitio escogido por el piloto como campo de maniobras; allí armó el aparato ante el asombro de las personas que acudieron a ver el espectáculo aéreo. William Knox Martin realizó su primer vuelo en Barranquilla a las cinco y treinta de la tarde del domingo 15 de junio de 1919, en un terreno contiguo al elegante barrio El Prado. Knox Martin no tardó en ser apodado “El Loco” por sus acrobacias aéreas.

El 21 de abril de 1921 el aviador Ferruccio Guicciardi aterrizó en la ciudad de Matecaña el primer avión, un Macchi-Hanriot HD-1 de fabricación italiana llamado El “Telégrafo” Este hito inauguró la historia de la aviación en el Valle de Cauca Pereira, ciudad ya importante en esa época no quería quedarse atrás de las ciudades del Valle. Los vecinos querían ver un aeroplano sobrevolando su población y aclamar al piloto que se atreviera a desafiar el poder de las alturas.

Como las autoridades competentes no promovían la llegada de los aviadores a la ciudad, surgió la figura de Don Vicente Botero, también conocido como “Tico”, ciudadano que viajo 3 días a caballo hasta Tuluá para conversar con Pacho González, propietario del avión “Antioquia”. “Tico” consiguió convencer a Pacho González y ambos acordaronel campo de llegada, aledaño al antiguo Club Campestre en Dosquebradas, donde se adaptaría el precario aeropuerto.

Un daño en la línea de telégrafo impidió avisar la hora de llegada y a los pereiranos no les quedó otro recurso que atisbar al cielo para correr a recibir a “Tico”. A las diez y media de la mañana de un miércoles de mercado se sintió el ruido del avión y media población con la boca abierta y la otra mitad santiguándose vieron que el avión giraba

como un gallinazo y luego enfilaba hacia la finca “La Víbora”. Todo mundo corrió hacia Dosquebradas. El avión descendió poco a poco y se posó en la manga donde de brinco en brinco recorrió el pequeño llano y al fin se detuvo y silenció el motor ante el asombro de la multitud, el susto de los caballos y la cosecha de aplausos, que, convertidos en abrazos, arroparon a “Tico” y al valiente aviador Ferdinand Machaux, veterano de la primera guerra mundial, veterano de la guerra con el Perú, segundo aeronauta que desafió las crestas manizaleñas y el primero en llevar un avión a tierra pereirana.

La construcción del Aeropuerto Matecaña (1927-1947)

Hacia 1927 el Concejo de Pereira y la Sociedad de Mejoras de la ciudad, con el liderazgo de Carlos de la Cuesta, propusieron un aeródromo en terrenos del hipódromo de Matecaña. El proyecto encontró enconados adversarios y entonces se propuso la obra en Dosquebradas, que se desechó prontamente debido a la proximidad de los riscos de la cordillera.

En 1941 una comisión técnica volvió a considerar el sitio de Matecaña. Nuevamente Carlos de la Cuesta lideró el proyecto y con José Carlos Ángel, Esteban Valencia, Camilo Mejía Duque y otros se conformó una Junta Constructora. Para vincular a la ciudadanía de la “Capital Cívica de Colombia”, como se denominaba Pereira.

Benjamín Ángel Maya organizó un convite que el 28 de junio de 1945 que señalaría el comienzo de tan magna y decisiva obra en la historia de la ciudad.

Los trabajos en el aeropuerto de Matecaña se adelantaron inicialmente con carros de tracción animal, pues no había equipo apropiado debido a las restricciones de la Segunda Guerra Mundial. Gonzalo Arango Mejía, con agua de la acequia de Llanogrande rellenó el sector central con un sistema inventado por los manizaleños.

El 8 de noviembre de 1946 el capitán Luis Carlos Londoño Iragorri visitó la pista en misión oficial. Apenas se había afirmado una pista de seiscientos metros. El Jefe de Aeródromos Nacionales miró el trabajo, observó el firmamentoy antes de regresar en carro al campo de aviación de Santa Ana en Cartago, le dijo al ingeniero de La Cuesta: “Si me quitan esa piedra grande que hay en el centro del campo, les aterrizo mañana en Pereira.”

De la Cuesta quitó la piedra y al otro día, 9 de noviembre de 1946, once meses antes de la inauguración oficial del Matecaña, el capitán Londoño Irgorri aterrizó en La Perla del Otún, a las diez de la mañana, piloteando el monomotor N. 740 de la FAC. Como el suceso estaba anunciado la ciudadanía se había volcado al campo aéreo, incluyendo el concejo en pleno. Fue un día de fiesta para los pereiranos. Los trabajos del Matecaña avanzaron a tropezones por falta de dinero.

El municipio acudió a la empresa AVIANCA que facilitó en préstamo una importante suma, al igual que la Compañía Colombiana de Tabaco. Los más importantes ingenieros caldenses participaron en la obra, entre ellos Rafael de la Calle, Tiberio Ochoa, Carlos de la Cuesta, Alfonso Hurtado y Samuel Salazar.

La inauguración del Aeropuerto Matecaña (1947)

El 23 de junio de 1947 aterrizó un avión Douglas de AVIANCA en un viaje de prueba, al igual que con el aterrizaje del capitán Londoño Iragorri, los pereiranos atestaron el aeropuerto, que además de lo novedoso en el medio se había convertido en el símbolo de la vitalidad y el civismo de Pereira.

En las horas de la mañana del sábado 12 de julio de 1947, una avioneta de la empresa SOCOMEX, con sede en el campo de Farfán en Tuluá, aterriza en Matecaña, es el monomotor N. 20b, que maneja Rafael Herrán, director de la empresa que tenía como misión probar la pista del nuevo aeropuerto. El ingeniero Carlos de la Cuesta subió al monomotor, el pequeño avión levantó nuevamente el vuelo, dio algunas vueltas sobre Pereira, se aproximó al campo, volvió a tomar altura y aterrizó nuevamente en el Matecaña.

El 21 de julio, a las doce del día toma pista en Matecaña el avión militar N. 21 piloteado por el capitán Londoño Iragorri, Jefe de Aeródromos Nacionales. Al piloto que probó por vez primera el campo de Matecaña, correspondía dar el visto bueno final para que empiece la operación comercial del aeropuerto.

El día siguiente es la fecha esperada. A las diez y diez de la mañana aterriza un Douglas de la empresa VIARCA. El avión se detiene y en medio de los aplausos aparece en la escalerilla la azafata Alba Lucia López. Luego descienden el piloto capitán Wyne Ingram y numerosos pasajeros. El “Antonio Nariño” había despegado de Cali y demoró cuarenta y tres minutos para llegar a Pereira. Tras una escala de diez minutos la nave voló hacia Medellín con un mar de pañuelos que agitaron en el terminal y en las vías aledañas a la pista central.

Poco después, a las cuatro y veinte de la tarde, llegó un segundo avión de la VIARCA, era un DC-3 bautizado como Antonio Ricaurte, procedente de Bucaramanga y piloteado por el capitán Prescot. La aeronave transportaba las delegaciones deportivas de Santander que iban a Manizales al Tercer Campeonato Nacional de Baloncesto.

El 23 de julio aterrizó en Matecaña un DC-3 de LANSA proveniente de Barranquilla con el piloto pereirano capitán José J. Ramírez. Sus coterráneos lo recibieron con entusiasmo y en el centro de la ciudad le ofrecieron un cordial homenaje, en tanto que el Concejo Municipal lo declaraba huésped de honor.

A la inauguración comercial siguió la inauguración oficial del Matecaña el siete de agosto de 1947. La ciudad se engalanó, se decretaron cuatro días de festejos cívicos y como invitados especiales llegaron el Ministro de Hacienda, Francisco de Paula Pérez; el Ministro de Economía, Moisés Prieto; el general Ocampo, gobernador de Caldas, los secretarios de despacho y periodistas de toda la nación.

En el acto oficial aviones de AVIANCA, LANSA y VIARCO cruzaron los cielos pereiranos. De la base de Guavito, en Cali, voló una escuadrilla de la FAC y otra escuadra de SOCOMEX despegó de Tuluá con el alcalde de dicha ciudad y personalidades del Valle del Cauca.

Historia primera términal del Aeropuerto Matecaña (1947-2020)

El 4 de junio de 1951, 4 años después de la inauguración del aeropuerto, el municipio de Pereira terminó de pagar la deuda contraída con AVIANCA. El aeropuerto de Matecaña – Pereira ha ido evolucionando con el paso del tiempo hasta convertirse hoy en día en el aeropuerto más importante del eje cafetero colombiano.

Esto ha sido posible gracias a las remodelaciones llevadas a cabo a lo largo de la historia. A finales de la década de los 60, se finalizó la ampliación de la terminal del aeropuerto que hoy en día sigue vigente. Se construyó una nueva torre de control que es de las más modernas del país, así como se llevó a cabo un trabajo de remodelación de la pista para ampliarla, de las calles de rodaje, zonas de seguridad.

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